PWC CALIFICA REFORMA DE BIPOLAR

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Francisco Selamé Socio PwC

Francisco Selamé
Socio PwC

La reforma infinita

La Real Academia de la Lengua Española define “infinito” como aquello que no tiene ni puede tener fin ni término, y sin duda esa es y será la característica principal de nuestra reforma tributaria, mientras no sea entendida y efectivamente consentida por amplios sectores, como se espera en un moderno Estado de Derecho.

Nació entre cuatro paredes, en el más completo aislamiento de un grupo de iluminados, pasó por la Cámara de Diputados sin mayor análisis y en tiempo récord y luego de una crítica que movilizó amplios grupos de contribuyentes de diferentes colores y segmentos, y un trabajo arduo de la Comisión de Hacienda, resultó aprobada por una abrumadora mayoría del Senado, pero curiosamente dicha mayoría no le dio ni le dará a la reforma la estabilidad esperada.

¿Cómo se explica lo anterior?

Simplemente porque se trata de una reforma bipolar, escrita con dos plumas antagónicas, en que cada parte puso lo que pudo y se apresuró a aprobarla, pensando que su visión tributaria quedaría relativamente a salvo.

Ya está haciéndose evidente que ninguna reforma y menos aquella tan trascendental como la del sistema impositivo puede construirse de esta manera si se quiere asegurar como corresponde su persistencia en el tiempo. Seguir dilatando el reconocimiento de su disparatado carácter solo traerá nuevos y mayores problemas. Ni la más hábil administración tributaria podrá simplificarla, ni los tribunales más experimentados aplicarla sin tomar partido por una u otra visión y así dejar en el camino a uno u otro de los dos legisladores disímiles que la redactaron, y así las cosas ya no será la potestad de la ley, sino el parecer de otras autoridades a quienes la propia Constitución paradójicamente prohíbe establecer tributos, quienes terminen definiendo con alcances limitados y probablemente muy variados, las normas de la reforma.

Vulnerable como nunca esta nuestro sistema tributario y como nunca afectada la certeza y seguridad jurídica de los contribuyentes. Como en el inquietante grabado de Goya el sueño o abandono de la razón ha producido monstruos.

Fuente: Economía y Negocios Online, El Mercurio. 8 de julio de 2015.

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