Impuesto a Casinos y aporte municipal

Si bien los ingresos de los 15 casinos de juego concesionados que hoy están en operación muestran una tendencia creciente, la visión de los municipios donde estas salas se ubican no es muy entusiasta, ya que los aportes que debían percibir por concepto de impuesto al juego han sido inferiores a lo esperado.

De acuerdo a la legislación actual, estos recintos deben aportar el 20% de los ingresos brutos por este concepto, los cuales van destinados en partes iguales a los gobiernos comunal y regional, que deben destinarlos a obras de desarrollo.

La Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) calculó a inicios de 2009, que los ingresos por concepto de impuestos rondarían los
US$ 33 millones ($ 17.000 millones actuales), monto que se alcanzaría al cierre del ejercicio, considerando que a noviembre las salas habían generado US$ 32,5 millones, de los cuales las municipalidades han recibido US$ 16,2 millones.

Sin embargo, en el detalle surgen las diferencias pues el 35% de esta torta es generado por Monticello Grand Casino, que en el período señalado inyectó a las arcas de San Francisco de Mostazal más de US$ 5 millones.

Con menos de la mitad de aporte figura en segundo lugar Marina del Sol, con un 13,6% e impuestos por
US$ 2 millones para la municipalidad de Talcahuano.

Los otros 13 gobiernos comunales donde hay casinos se reparten US$ 9,2 millones.

Claro que la preocupación se extiende también a los operadores, que esperaban un flujo más interesante de visitas.

El grupo Ivisa, de propiedad de la familia argentina Rosenzvit, que opera el casino de juegos del Pacífico, es uno de ellos. El recinto fue inaugurado en agosto y no está cumpliendo sus metas. «Comenzó bien en septiembre, pero no ha crecido de acuerdo a las expectativas», explicó el presidente del grupo Gabriel Rosenzvit.

Según los datos de la SCJ, en septiembre esa sala recibió 19.153 personas y en noviembre la cifra se redujo a 13.563.

Para el superintendente de la SCJ, Francisco Leiva, esta situación radica no sólo en que fueron los mismos concesionarios los que proyectaron, sino que también por «el tiempo que llevan operando los casinos, sus tamaños y cantidad de máquinas».

Sin embargo, explicó que los números deberían mejorar pues existe «un crecimiento sostenido y elevado de los ingresos de los casinos y, por lo tanto, ello está asociado a un incremento de los distintos impuestos».

Menos de lo esperado

«Está más bajo que nuestras expectativas», explicó el alcalde de Pinto, Fernando Chávez. En esa comuna opera el casino Termas de Chillán, controlado por la familia Giner.

«Las estimaciones rondaban los $ 12 millones, pero alcanzamos un promedio de $ 5 millones al mes. (…) Los primeros meses de operación fueron buenos, pero con la apertura de los casinos de Concepción y Los Angeles, se notó inmediatamente el cambio», explicó. Agregó que «es un buen momento para revisar las normas», como reducir el impuesto a las entradas que podría atraer visitantes.

Lo mismo opina el alcalde en ejercicio de Temuco, Sergio Núñez, que indicó que una medida como esa aumentaría los ingresos. Señaló que esperaban lograr $ 1.200 millones al año, pero llegarán a los
$ 800 millones. «Era difícil conocer el comportamiento del mercado. Pese a ello, son ingresos tremendamente bienvenidos que han financiado distintas obras», indicó Núñez.

En Rinconada, Los Andes, donde opera el casino del mismo nombre, han recaudado US$ 69 mil y esperaban más del doble. Que la sala no esté al 100% y la escasa publicidad lo explicarían, dijo la directora de Finanzas, Teresa Lazcano.
Diario Financiero, 26 de enero de 2010.Francisca Orellana L.Periodista.

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