Nuevo Enron persigue ahora a EY.

Fiscal general de Nueva York entablará demanda civil contra la compañía:
Ernst & Young en la mira por permitir caída de Lehman Brothers

La firma contable es acusada de haber dejado que este banco de inversiones, símbolo de la crisis mundial por su quiebra, ocultara miles de millones de dólares en deuda.

Michael Rapoport En 2001, la agencia que regula los principales bancos de Estados Unidos les dijo a los examinadores que estuvieran atentos a las empresas cuyos documentos presentados a las autoridades indicaban una salud financiera mejor de la que en realidad gozaban.

El mandato seguía las pautas impuestas en 1990 que establecían que los bancos eran sujetos de acción disciplinaria si la información que enviaban contenía «inexactitudes significativas» o era «maquillada».

Hasta ahora, sin embargo, la única autoridad que parece haber hecho algo al respecto es el fiscal general de Nueva York, que se dispone a entablar una demanda civil contra la firma de contabilidad Ernst & Young LLP a la que acusa de haber permitido que el banco de inversión Lehman Brothers ocultara miles de millones de dólares en deuda.

Lehman fue acusado por un agente que examinó sus libros en detalle, pero no es un caso aislado.

Otros bancos han reconocido haber caído en prácticas parecidas de «maquillaje» de sus cuentas que ocultaron la verdadera dimensión de sus deudas. Los reguladores federales, sin embargo, nunca entraron en acción.

Maquillaje de resultados

Muchas entidades financieras han maquillado sus resultados al reducir en forma sistemática sus deudas antes de anunciar sus ganancias trimestrales. No se trata de una conducta ilegal, aunque el ocultamiento intencional de deuda con el fin de engañar a los inversionistas viola las normas establecidas por los reguladores.

Lehman Brothers fue uno de los principales clientes de Ernst & Young durante muchos años. La firma contable facturó cerca de US$ 100 millones en comisiones por trabajos realizados entre 2001 y 2008, dicen fuentes cercanas.

Un análisis de The Wall Street Journal encontró que desde inicios de 2009, un grupo de 18 firmas de valores y bancos importantes había reducido un indicador clave de financiamiento de corto plazo, conocida como acuerdos de recompra o repos. Las entidades disminuyeron su deuda en un promedio de 42% a finales del trimestre desde su valor máximo en el mismo período, para luego volver a elevarlo al comienzo del próximo trimestre, según el análisis de WSJ.

El tema saltó a la palestra en marzo, cuando un detallado examen de la bancarrota de Lehman concluyó que la firma había utilizado una maniobra de maquillaje contable, conocida como Repo 105, para sacar unos US$ 50.000 millones en activos de su balance antes de su colapso en 2008.

Una investigación posterior de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) halló que Citigroup y Bank of America habían incurrido en prácticas similares aunque a una escala mucho menor.
ElMercurio, 21 de diciembre de 2010

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