Publicado en May 5, 2006
En medio de la polémica discusión sobre las barreras que implica para el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas (pymes) el Impuesto de Timbres y Estampillas, aparece una nueva arista que deja en evidencia las consecuencias negativas de este tributo: su impacto en los créditos en moneda extranjera. Un informe elaborado por Banchile revela que si una pequeña empresa desea financiarse con un crédito externo a un año plazo, debe pagar dos veces este impuesto -que llega hasta el 1,608% del monto al año-, por lo que podría terminar pagando hasta 3,2%. «Dado que las pymes no tienen acceso directo al mercado internacional, deben solicitar el crédito a una institución establecida en Chile. Ésta, a su vez, debe solicitar los recursos al mercado internacional, generando un segundo pago de impuesto, que ciertamente es traspasado al deudor final», dice el gerente general de Banchile, Francisco Armanet. El ejecutivo agrega que el impuesto total que debe pagar la pyme al final de la operación -esto es 3,2%- sobre una tasa libor sin spread, que actualmente se ubica en 5%, equivale a un arancel implícito cercano a 60%. Armanet explica que producto de esta doble tributación, las pymes no participan de este tipo de financiamiento, lo que, su juicio, no sólo produce «una distorsión en la asignación de recursos de economía, sino que también produce una sustancial desventaja competitiva de estas pequeñas empresas respecto de las grandes corporaciones, que por tener acceso directo a los mercados internacionales y filiales constituidas en el exterior evitan esta distorsión». El ejecutivo comenta que lo que recauda el Estado por tributación de créditos externos es cercano a cero, por lo que su eliminación no afectaría la recaudación del fisco chileno. Para Armanet, Chile se encuentra en el momento preciso para realizar las reformas necesarias en esta materia, siendo, a su juicio, el proyecto de Mercado...
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